La ayuda de Cáritas Española, lejos de recortarse, aumenta. Así lo atestigua la Memoria Confederal de Cáritas 2024, que ha sido presentada esta mañana por el presidente de la plataforma social de la Iglesia, Manuel Bretón, en un mano a mano con la secretaria general, Natalia Peiro.
Cáritas invirtió 486,9 millones de euros, un 0,10% más que el año anterior en sus diferentes recursos y proyectos dentro de España y en acciones de cooperación internacional en terceros países. Esta apuesta permitió acompañar a 2,2 millones de personas: 1,2 millones dentro de España y un millón en el ámbito de la cooperación Internacional. Esta labor social es posible gracias a las 4.933 Cáritas parroquiales y las 70 Cáritas diocesanas, además de un aumento en los donantes, tanto entre particulares como de empresas.
Fuera de la sociedad
“Hay un riesgo importante en el que construyamos una sociedad que prescinde de una parte de sí misma, que se quede fuera”, alertó Peiro, que puso encima de la mesa el rostro de estos descartados a los que ayuda Cáritas, “personas que no participan plenamente de la sociedad”.
“Son familias que tienen menores a cargo y que sus ingresos no les permiten llevar una vida digna, en muchas ocasiones por un empleo precario o temporal”, detalló la secretaria general. Así, la mitad de las personas que acompañan son trabajadores pobres o con grandes dificultades en el acceso o mantenimiento de su vivienda. De hecho, el 80 por ciento de las ayudas que solicitaron las familias están relacionados con los pagos de los suministros o de los alquileres de sus viviendas, es decir, de sus necesidades básicas.
Vías de entrada
La Memoria Confederal de Cáritas también desvela que el 47% de las personas se encontraban en situación administrativa irregular, lo que equivale aproximadamente a unas 550.000 personas. “Es una situación que no para de crecer desde 2019”, insistió Peiro, que subrayó cómo Cáritas “está volcada esta acogida y recepción de personas migrantes a través de dos vías”. Por un lado, aquellas derivadas del sistema de acogida de emergencia y, por otro, aquellas que han llegado a nuestro país por una vía legal y segura, pero que sufren una irregularidad administrativa sobrevenida después de agotarse sus visados o de ser denegada su solicitud de asilo”.
“El riesgo de pobreza para los migrantes extracomunitarios se triplica”, enfatizó Peiro, en tanto que son “un motor humano de desarrollo de nuestra sociedad, pero no cuentan porque se encuentran atrapados en la economía sumergida”.
Acompañamiento integral
Cáritas sale a su encuentro con programas de acogida, de acceso a derechos básicos, recursos y servicios hasta el trabajo orientado a la integración. “Se trata de procesos a medio y largo plazo, de entre 1 y 2 años, que requieren un acompañamiento integral muy individualizado”, apuntó la secretaria general, haciendo énfasis en los 47 nuevos proyectos que han emprendido.
Además, Peiró sacó a colación el compromiso de la plataforma para sacar adelante la Iniciativa Legislativa Popular que permitiría regular a más de medio millón de migrantes que “se encuentran atrapadas en este círculo de la irregularidad”.
En este contexto complejo, Cáritas ha reforzado su programa de economía social que puso en marcha hace diez años. Con una dotación de 144,8 millones de euros, 8 millones más que el año anterior, ha permitido triplicar en la última década los puestos de inserción social, que ya superan los 3.100. Es más, una de cada cinco personas que participó el año pasado en algunos de estos itinerarios logró reinsertarse en el mercado laboral.
De la mujer a la cooperación
“Nos hemos convertido en una de las mayores promotoras de empresas de inserción de España y un referente dentro de la economía social”, detalló Peiro, consciente de que este empeño es “insuficiente, casi testimonial” en medio de las carencias del actual modelo económico.
En la Memoria de Cáritas, también se recoge que los fondos asignados al programa de mujer aumentaron un 24% en solo un año y recoge la colaboración con crisis humanitarias no olvidadas para Cáritas , lo mismo en Haití que en República Democrática del Congo y y en Burkina Faso. “Se ha descendido la inversión en este campo, porque descienden tanto los donativos como los fondos globales”, advirtió la secretaria general.
Esperanza verdadera
“Nuestra esperanza es verdadera. Cualquiera que se acerque a las páginas de la memoria, podemos palpar cómo la esperanza puede hacer vidas nuevas”, remarcó Bretón, sobre “el milagro que hace posible Cáritas año tras año, mes tras mes, día tras día”.
El presidente de Cáritas Españolas hizo hincapié en cómo “las personas acompañadas por Cáritas afrontan múltiples obstáculos que les impiden llevar una vida en condiciones dignas”. Entre estas trabas, se encuentran la progresiva pérdida de la función protectora del empleo, el encarecimiento de la vivienda y la irregularidad administrativa de muchos residentes extranjeros en nuestro país. En paralelo, denunció la actual “polarización social”, presentando como alternativa una entrega “unidos por el bien de todas las personas que ven cómo el acceso a los derechos básicos siguen siendo precarios”.
En su intervención tanto Bretón como Peiro destacaron “el reto sin precedentes” que supuso en 2024 enfrentarse a la emergencia de la DANA. Desde ahí, aplicaron la experiencia en catástrofes naturales en otros lugares del mundo para articular “una respuesta inmediata”, que en seis meses ha atendido ya a más 16.000 personas con una inversión total cercana a los 10 millones de euros.
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