La Pastoral de la Salud de la arquidiócesis quiso acompañar los reclamos y caminar junto a los enfermos y los profesionales
La arquidiócesis de Córdoba, a través de su Pastoral de la Salud, se unió al abrazo fraterno, solidario y sanador al corazón del sistema de salud, gesto de una Iglesia local cercana con quienes sufren, sanan, cuidan y sostienen, principalmente en el año de la esperanza.
El mismo cardenal Ángel Rossi sj estuvo presente en hospitales del Polo Sanitario de la ciudad, y expresó su intención: “en tiempos difíciles la Iglesia tiene la obligación de acompañar a todos y sobre todo de un modo particular a los que andan más cascoteados por la vida“.
El arzobispo dio su bendición y dirigió unas palabras de consuelo, no sólo para los enfermos, sino que incluyó a sus familias y a los profesionales de la salud.
Prestación en discapacidad
Asimismo, la Iglesia cordobesa estuvo presente en la Plaza San Martín de la ciudad. Allí, acompañaron a quienes integran el ámbito de la discapacidad (profesionales de la salud, terapistas, transportistas, las propias personas con discapacidad y sus familiares), quienes están afectados por recortes en el sistema nacional de apoyo a la discapacidad y la desactualización de los valores de las prestaciones.
El vocero del arzobispo, pbro. Munir Bracco, llevó el saludo del Cardenal: “El Arzobispo de Córdoba, la Vicaría de los Pobres, y las Pastorales Sociales acompañan a los hermanos y hermanas con discapacidad, a sus familias e instituciones quienes están levantando sus voces en reclamo de escucha y de reparación ante la violación y el olvido de sus derechos”.
Además, expresó que la Iglesia compromete su oración y su súplica a Dios para calmar el dolor, curar las heridas y reparar las injusticias personales y sociales. “Queremos caminar junto a los más débiles, a los que sufren, a los excluidos, frágiles e indefensos”, abogó.